martes, 23 de julio de 2013

Arrecifes de plataforma

"Son formaciones coralinas que también siguen una línea paralela a la costa, pero su crecimiento es considerablemente superior al de los arrecifes costeros, tal como se observa en la Gran Barrera de Corales, el ejemplo mejor conocido. Los arrecifes de este tipo también están presentes en Papua-Nueva Guinea, mar adentro de Nueva Guinea, mar adentro de Nueva Caledonia, en las islas Fiji y en el Atlántico, mar adentro desde Belice y las Bahamas. Esto ha llevado a algunos expertos a considerar que estas formaciones sean un estadio más avanzado de desarrollo de los arrecifes costeros.

Los arrecifes de plataforma crecen a lo largo del borde de la plataforma continental, siempre que alcancen o sean llevados hasta una distancia suficiente de la superficie como para permitir el crecimiento de corales. Esto significa que los arrecifes pueden crecer en todas las direcciones y adoptar el aspecto de extensas plataformas alargadas u ovaladas, o componerse de arrecifes más pequeños parcialmente paralelos entre sí. La acción de los vientos, las olas y las corrientes puede conducir a la acumulación de arena en ciertas zonas protegidas o a la rotura de extensiones del arrecife durante las tormentas más violentas, con el resultado, incluso, de la creación de canales interiores y lagunas accesibles únicamente con embarcaciones pequeñas. La parte más septentrional de la Gran Barrera de Corales Australiana, por ejemplo, en la que los vientos alisios son constantes, consiste en una serie de bancos que forman una faja en los ángulos que quedan a la derecha de la dirección del viento. Más al sur, donde los vientos son irregulares, algunos bancos son perpendiculares a la línea del arrecife. Al igual que los arrecifes costeros, los arrecifes de plataforma también pueden estar divididos en secciones desde la laguna, formadas normalmente a lo largo de la cara que da a la tierra o a una isla, pudiendo tener una profundidad de varios metros y una anchura del orden de cientos de metros.
El frente interior, protegido del movimiento de las olas, experimenta un intenso crecimiento de corales, que pueden presentar formas globulares, masivas y de champiñon, o ramificadas y más delicadas. Dependiendo de las condiciones locales que dieron lugar al desarrollo inicial del arrecife, el fondo del mar puede aparecer como un banco de arena en pendiente regular en el que la arena se alterna con los corales, produciendo tanto extensos bancos como pináculos verticales. Los primeros suelen tener su origen en las colonias desprendidas que consiguen aglutinarse en un principio gracias a la acción de las algas incrustantes y después vuelven a crecer. En los puntos en los que las corrientes son más intensas, la pendiente puede ser más acentuada e irregular, formándose cuevas, pequeños cañones o terrazas que, a pesar de todo, siempre son preludio de extensiones de arena. Desde aquí, siguiendo la dirección del movimiento de las olas predominante, empieza una zona de tipo plataforma que se extiende posiblemente cientos de metros o más. 

Se compone de pequeños corales en los límites de la laguna, que van dando paso, poco a poco, a especies más grandes y algas coralinas superficiales que quedan parcialmente descubiertas con las mareas bajas, dejando entrever las numerosas colonias. Separado por estanques de agua residuales o pequeños canales, los peces, los crustáceos y los moluscos pueden permanecer atrapados aquí.

En la parte exterior de la cresta, muy dentada por el impacto de las olas, se marca el comienzo de la barrera coralina propiamente dicha, su perfil varía de una zona a otra, y aquí la diferenciación específica, no solamente en lo que se refiere a los corales sino también a todos los demás invertebrados y peces, alcanza su punto álgido, de modo que hace complicada cualquier generalización".

Fuente: Guía del mundo submarino

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