La pregunta que Soco me hizo fue “¿Y usted sabe nadar?, pues me da miedo que el avión caiga en el mar ya que yo no se nadar” Mi respuesta fue: “disculpe pero a esta altura si cae el avión en el agua creo que el menor de nuestros problemas será si sabemos o no nadar, ya que no creo que nos de tiempo de ello, de todas formas su salvavidas se encuentra bajo su asiento, se lo coloca y flotará”. La pobre mujer me vio y sonriendo me dijo “creo que tiene usted mucha razón y yo preocupándome”; así comenzó a preguntarme un sin fin de cosas y el viaje se nos hizo a ambas muy ligero.
Foto Cyana Todo Buceo |
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