sábado, 7 de diciembre de 2013

Vida en el arrecife

“La observación directa de los peces de arrecife también puede resultar en el descubrimiento de alianzas temporales entre varias especies. En compañía, explotan las destrezas concretas de cada uno de los miembros de su asociación temporal. Un ejemplo emblemático es el salmonete. Durante sus merodeos, este pez utiliza sus sensibles bigotes y su moro para inspeccionar los sedimentos sobre el lecho marino. Generalmente, van acompañados de oportunistas como Lábrido, Lutjánidos y peces trompeta cebados para atrapar los pequeños peces e invertebrados listos para luchar pero no directamente amenazados por los salmonetes. Para concluir, el método empleado por los peces ballesta para capturar erizos de mar constituye un ejemplo de cómo toda estrategia de ataque responde a una defensa y viceversa. A nuestros ojos, las espinas largas y venenosas del erizo de mar diadema parecen formidables, sin embargo, no son un obstáculo para el astuto pez ballesta. Aficionados a los equinoides, los Balístidos agarran cuidadosamente las espinas del erizo de mar, tiran de ellas desde abajo y le atacan cuando cae, por la parte inferior, donde queda situada la boca desprotegida. Cuando no puede vencer la resistencia del erizo, el pez ballesta recurre a otra técnica más sofisticada, que consiste en disparar potentes chorros de agua en la base el erizo hasta que se da la vuelta y queda indefenso”.

Fuente:
Guía del mundo submarino

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