miércoles, 22 de enero de 2014

Tiburones

"El tiburón duende (Mitsulurínidos) constituye una anomalía en cierto sentido y su poco conocida historia recuerda la del más famoso celacanto. Considerado el más feo de los tiburones existentes, el tiburón duende tiene un largo, aplanado y puntiagudo morro en el que sus diminutos ojos casi desaparecen. Su cuerpo es blando y flácido. Sus largas mandíbulas protráctiles, similares a cizallas en ángulo, contienen unos dientes grandes y afilados. Era totalmente desconocido hasta 1897, cuando se capturó un espécimen en las profundidades de la tenebrosa corriente de Kuro-Shivo a la altura de Yokohama. El profesor Kakichi Mitsukuri, a quien fue enviado, lo trasladó desde Japón a EE.UU donde el profesor David Starr Jordan reconoció su singularidad y lo nombró Mitsukurina owstoni. Algunos años más tarde, otro espécimen fue capturado por Carlos I, rey de Portugal, durante uno de sus cruceros oceanográficos. Aparte de su extraña apariencia, el descubrimiento fue considerado por el momento un mero informe sobre especie desconocida. Sin embargo, algunos paleontólogos descubrieron varias similitudes, especialmente en la forma de la cabeza y los dientes, entre la descripción del tiburón duende y la de un fósil con una antigüedad de 100 millones de años que fue descubierto en 1887. Esto significaba que el tiburón fósil (llamado Scapanorbynchus) pertenecía, si no a la misma especie, definitivamente al mismo género que el tiburón existente. Teóricamente, según las reglas zoolpógicas de nomenclatura, este nombre debiera haber tenido precedencia pero se decidió conservar ambos nombres. Aunque esta especie se encuentra en la mayor parte de los océanos, desde el Atlántico al Indo-Pacífico, es tan poco común que se conoce muy poco de su vida. Alcanza la respetable longitud de 3,6 m y algunos espécimenes pueden superar los 4m. Su dieta parece consistir en peces, gambas y calamares, que captura con su altamente protráctil boca. Se desconoce la función de la extraña forma del morro; algunos expertos creen que puede servir para percibir los campos eléctricos emitidos por sus presas. Es lógico, ya que parece capaz de vivir a profundidades de unos 1,000 m donde la luz es tan débil que se necesita unos sentidos diferentes al de al vista para identificar a las presas". 

Fuente:
Guía del mundo submarino

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