miércoles, 1 de octubre de 2014

Vida en el arrecife

“Las algas tanto visibles como simbióticas, de las que dependen las vidas de los corales y muchos otros invertebrados, incluyendo las almejas grandes, constituyen el primer estadio en toda la pirámide alimenticia y, en los arrecifes, proporcionan la principal fuente de nutrición para la enorme gama de peces herbívoros, así como moluscos y equinodermos. Los peces, comedores de plantas más típicos son los consumidores (pez cirujano, Pomnancéntridos, pez mariposa, pez ballesta, pez conejo, pez globo), que tienen unos afilados dientes capaces de triturar las algas, y los peces raspadores, (varias especies de limpiadores y gobios) que, en cambio, separan las algas que cubren el sustrato utilizando sus dientes como una cuchilla. Existen otras especies que logran aprovechar las algas más escondidas o las que están unidas a los corales. Es el caso del pez loro, cuyos dientes se funden y combinan en cuatro placas (dos supriores y dos inferiores), formando así un pico capaz de escarbar en la superficie de los corales. Una vez tragada una masa, la trituran con unos dientes faríngeos especiales similares a placas y, cuando queda reducida prácticamente a polvo, la expulsan por el ano formando unas nubes características. Se ha calculado que una población de peces loro puede producir al año hasta una tonelada de arena de coral por hectárea, una cantidad considerable, aunque aún queda muy lejos de los sedimentos creados individualmente por los erizos de mar, herbívoros igualmente especializados”. 

Fuente:
Guía del mundo submarino

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