Ciertamente, es imposible no darse cuenta de que la pigmentación desempeña una importante función en los mecanismos tanto de defensa como de ataque, así como en la reproducción y las relaciones sociales, o en las disputas territoriales, y que la variedad y complejidad de hechos sólo se puede descifrar con claridad a veces con la ayuda de una interpretación múltiple. En un mundo marino dominado principalmente por la luz, es fácil de comprender el significado que adquieren los colores, hasta los más evidentes, sobre todo cuando se utilizan como camuflaje. Ya sirva para cazar o para defenderse, el camuflaje es una de las formas más eficaces de adaptación relacionada con la superviviencia de especies y todos los tipos satisfacen en el mismo requisito: insivibilidad. Uno de los ejemplos clásicos de camuflaje es el pez piedra (Synanceia verrucosa), considerado un absoluto maestro en este arte por la total fusión que consigue en la forma y la conducta. Robusto y compacto, con un cuerpo irregular cargado de algas y otros organismos epibióticos, el pez piedra, si es que uno consigue verlo, se parece a un trozo de roca de coral cubierta de incrustaciones. Su camuflaje se ve favorecido por una total inmovilidad, un factor tan importante como su aspecto. Será preciso acercarse mucho y demostrar claramente que se le ha visto para que el pez piedra importunado se vaya".
Fuente:
Guía del mundo submarino
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