sábado, 15 de noviembre de 2014

La forma, el color y la conducta se combinan en pro de la supervivencia.

“También se puede sacar un gran partido de la imitación de las especies peligrosas. Es lo que ocurre con los blenios del mar Rojo de las especies Meiacanthus nigrovittatus y Ecsenius gravieri. La primera se caracteriza por su ojo dentado puntiagudo y prominente que está conectado con una glándula venenosa, un eficaz disuasivo contra todos sus atacantes. El Ecsenius gravieri, por su parte, está totalmente desprovisto de defensa y compensa su debilidad presentando la misma coloración que la especie agresiva. Tal como se ha observado en los estudios de laboratorio, los depredadores que han tenido una experiencia negativa con un Meiacanthus ya no se atreven a comerse un Ecsenius”. 

Fuente:
Guía del mundo submarino

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